martes, 12 de julio de 2016

Ni Ruta Ni Pista, ¡Dongil!

El nuevo nombre de nuestra pista en la Huizachela no indica que sea propiedad de un tal señor Don Gil, no, en realidad es que nuestro nuevo tramo es tan duro que se asemeja a las difíciles pistas de descenso de pruebas mundiales con piedras, drops y barrancos por todos lados.

A nuestra lista de descensos extremos añado nuestra nueva pista relevando el puesto de "El Pando" en nivel de dificultad de manejo pero no en resistencia, siendo mucho más intensos los 20 minutos de bajada desde lo alto de las montañas en Ajijic.

La pista comienza con una sección plana de pedaleo de lo más técnico, evitando y pasando sobre cientos de piedras mientras se disfruta de un asombroso paisaje de toda la ribera de Chapala, pudiendo diferenciar todos los pueblos hasta Ajijic, además de una increíble vista de las montañas al sur de la laguna entre las cuales se puede distinguir el nevado y el volcán de Colima.
Lo siguiente es una serie de rock gardens muy empinados en los que la suspensión trabaja al máximo mientras que la adrenalina y la frecuencia cardiaca aumentan a cada segundo. Las rocas hacen lo posible por atraer al ciclista contra ellas despegándolo de su vehículo para provocarle el mayor daño posible.

Después le siguen múltiples curvas extremadamente cerradas, al borde de un peligroso barranco de unos 10 metros de profundidad en caída libre. Algunas tanto que es imposible acomodar una bicicleta a lo largo y donde la única forma de pasarlas es tomarlas al más puro estilo mostrado en "A Slice of British Pie".

En cuanto a los barrancos, para protegernos, siempre llevamos un montón de cuerdas, para que en caso de caída, podamos salvar a lo que más importa, nuestras bicicletas, pues no tendría caso sacar a los riders ya que probablemente estarían demasiado desfigurados.
Una de las partes más difícil es un descolgón de piedra maciza que casi consume los 200mm de suspensión de la bicicleta de downhill de Edgar y que ya derribo de manera bastante aparatosa a Paco haciendolo dar vueltas con toda y los pedales engrapados a sus zapatos además de que pudo probar, literalmente, el terreno mejor que nadie.

Aquí les dejo un video en el que claramente podemos escuchar un peculiar sonido, que aunque se asemeje al rechinido de los frenos, en realidad se trata de los cantos en alta frecuencia de los duendes de la Huizachela, que pudimos captar gracias a micrófonos especiales escondidos.



El último segmento es una zona con uno que otro drop y una recta supersónica que concluye pasando debajo de la carretera que va desde Chapala hasta San Pedro Itzican, a través de un enorme tubo completamente oscuro y muy resbaloso donde se pueden encontrar muchos murciélagos y algunos tornillos en la parte inferior, que si no se tiene cuidado podrían terminar adentro de alguna llanta. El intrépido y temerario descenso termina a unas cuantas cuadras de la plaza de Mezcala.

Rodar por "Dongil" no es gratis y como todos los demás caminos de la Huizachela, ha requerido de sacrificios humanos y mecánicos, que ya han sido parcialmente saldados por la pista en forma de cascos dañados, algunos desviadores completamente doblados y uno que otro dientes rotos además de incontables raspones y moretones. Por eso, para protegernos de la maldición es necesario ir siempre preparados con todo el equipo de protección.

La limpieza de la pista "Dongil" ha sido concluida gracias al apoyo local de el Chino y sus secuaces que han hecho un gran trabajo por dejar los senderos listos para la visita de todos los ciclistas de montaña. Esperamos que los lectores y ciclistas de este blog -que siempre representen un apoyo para el pueblo- se animen a venir a visitar nuestro nuevo trail.

Ciro

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