Hola de nuevo compañeros ciclistas. Como ustedes lo pidieron hoy les cuento sobre nuestra rodada de el domingo pasado.
A las 6:00 pm me encontré en Riberas del Pilar con mi amigo Andrés para comenzar a pedalear rumbo al "Jagüey". De ahí nos dirigimos a Chapala pasando por la calle de San Luis (esta empedrada, más divertido que por la ciclopista) y después bordeando el lago atravesando el parque de "La milagrosa". Luego nos incorporamos a la carretera hasta llegar al hotel "Montecarlo" para subir por la calle de Lourdes. En la primera esquina dimos vuelta a la derecha y continuamos subiendo hasta llegar a la intersección con la calle Miguel Martinez.
En este punto apenas comienza la aventura pues aquí es donde das vuelta a la izquierda y comienza la brecha.
Poco después de este punto nos paramos a descansar por unos 5 minutos a un lado de una casa que aun esta en construcción.
Seguimos pedaleando hasta que nos encontramos a unos compañeros ciclistas que ya iban de regreso pero no dudaron en preguntarnos nuestros números de telefono para salir en otra ocasión. Seguimos nuestro camino, pasamos por el "Chapala Media Park" y por fin llegamos a el libramiento donde comienza el camino al Jagüey.
Un jagüey es un abrevadero para el ganado, y al final de este camino hay dos presas por eso se le llamo así . Incluso hace algunos años la gente tenia la costumbre de subir para pasar un autentico día de campo con la familia, sin embargo, ahora este camino es utilizado por personas sin ningún tipo conciencia ecologica como un basurero. Y aunque el camino se ha logrado conservar limpio el atractivo ha bajado y pocos son los que disfrutan ir a pasar la tarde con su familia ahí arriba. Por eso invito a todos los que aman la naturaleza a conservarla, por favor evita tirar tus desechos pues hacerlo solo es una muestra de tu falta de educación.
Bueno... Después de seguir avanzando cuesta arriba durante aproximadamente 20 minutos por fin llegamos a la primera presa (un poco después hay otra, la conocida como el jagüey) y nos percatamos de que el sol se estaba ocultando. Así que con el temor de quedarnos atrapados en la oscuridad comenzamos a descender. ¡¡¡¡Pero me ponche!!!!!
Por suerte Andrés llevaba una cámara así que inmediatamente nos pusimos manos a la obra, sin embargo tardamos unos 5 minutos en cambiarla (tiempo valiosisimo por el contexto de la situación).
En el video se puede apreciar como la intensidad de la luz va cambiando drasticamente.
Para cuando llegamos a la carretera todo estaba completamente oscuro y todavia nos quedaban por lo menos 10 km de regreso. Literalmente no se veía más allá de la rueda delantera, íbamos a toda velocidad pues se estaba haciendo cada vez más tarde. Por suerte no tuvimos ningún accidente, pero fue algo peligroso, incluso podría decir que es lo más extremo que he hecho. Al final logramos llegar a mi casa a las 8:30 con una nueva experiencia que contar y unas bicicletas que lavar.
Realmente esta esta aventura tuvo más diversión y adrenalina que desesperación y miedo. Y precisamente ese es mi consejo, si algo sale mal hay que conservar la calma y tratar de resolver el problema.
Por ultimo les dejo unas fotografias de lo que fue la ruta.
